9 DE ENERO: DÍA DE MI CUMPLEAÑOS, TAMBIÉN ES UN DÍA ESPECIAL PARA BARINAS
Barinas (Dimas J. Medina) Hoy domingo 9 de enero de 2022, cuando arribo a otro aniversario de mi nacimiento, agradezco a Dios por continuar buscando la mejor prosa, la mejor crónica o el mejor reportaje para mi existencia.
Cuando uno hace periodismo por tanto tiempo, es porque uno cree que aún no lo ha hecho del todo bien.
Cuando mi mamá Eva María me trajo al mundo, jamás pensó tener un hijo periodista. Sin embargo, cuando estaba carajito siempre escuché a mi papá “Monche” decir que tenía un primo periodista, que para la época, se desempeñaba como corresponsal del influyente diario El Nacional en Falcón. Se llamaba Virgilio Arteaga.
Era la época cuando mi papá me observaba leyendo el “Panorama”. Tenía apenas 7 añitos de edad y mi curiosidad infantil por la lectura de los periódicos de la época, me llevaron a revisar con mucha intensidad, muchos casos como el célebre Watergate (un edificio donde funcionaba la sede principal del Partido Demócrata estadounidense), donde un 17 de junio de 1.972, varios hombres contratados por el entonces presidente Richard Nixon, destaparon un método para escuchar de manera ilegal llamadas telefónicas.
Ahora cuando comienzo la curva de mi tránsito vital, siento el periodismo como la vida misma. Es vivir el momento, es vivir cada segundo. Es una de las atracciones de mi vida. De manera pues, que lo que pienso a medida que termino la última crónica o reportaje, es el deseo de hacerlo lo mejor posible.
Y cada vez que sigo coleccionado más años de vida o celebro el día cuando derivé de la naturaleza, todos los 9 de enero, sigo creyendo que mi último reportaje será especial.
No quiere decir que voy a morir en los próximos días, pero pudiera ser…Y cuando llegue esa voluntad de Dios, ojalá que mi último reportaje sea para anunciar a nuestra Vinotinto como campeona Mundial de Futbol.
Pero el regalo que deseo en este nuevo cumpleaños, es que en las próximas horas pueda informar sobre EL INICIO DE LA FIN DE LA TIRANIA EN VENEZUELA, comenzando por la cuna donde comenzó la tragedia: BARINAS.
Cuando escriba mi última nota, mi última crónica, mi última prosa o mi último reportaje, sea también para agradecerle a Dios por haber nacido en Cabimas:
“Gracias a la vida que me ha dado tanto/ me ha dado el sonido y el abecedario/ Con él, las palabras que pienso y declaro/ Madre, amigo, hermano y luz alumbrando/ la ruta del alma de la que estoy amando”
