Cuenta Regresiva
Referéndums Pendientes
A lo largo de la historia los referéndums han sido instrumentos extraordinarios para despejar las grandes controversias de la sociedad. La consulta popular hace a una nación más civilizada, inteligente y legitima sus acuerdos trascendentales. En la columna anterior revisamos los referéndums como fundamentos constitucionales en Francia, Suiza y América y constatamos con Alejandro de Humboldt que las naciones Caribes lo han ejercido como principio de sus culturas colectivas y cosmogónicas.
La Unión Sudafricana se aprobó en consulta popular en 1960, mientras que la abolición del apartheid tuvo lugar en 1992, cuya decisión puso fin al dominio político de las minorías blancas. La Unión Europea, aunque creada desde el consenso de líderes y gobiernos, recurre a la consulta popular para la conformación de sus autoridades y por la vía de un referéndum el Reino Unido dejó de ser parte de esta Comunidad.
El derecho al aborto ha sido la consulta más polémica en las elecciones de mitad de período de EE.UU. y los votantes de Míchigan, Vermont y California han decidido, en su gran mayoría, respaldar, vía referendos, el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en sus constituciones. Lamentablemente no todas las grandes decisiones en Estados Unidos se toman por consulta popular; los extremistas recurren a la forma más brutal que puede conocer la política: el magnicidio.
La libertad de los afro descendientes y la autonomía en tributos internos de los Estados Sureños, no sólo desencadenó una guerra civil que sigue latente, sino que condujo al asesinato de su presidente Abraham Lincoln en 1865. Un siglo después la misma esperanza de los afroamericanos y la posibilidad de elegir un presidente de color, llevó a los mismos radicales de Texas terminar con la vida de Martin Luther King en Memphis, el año 1968. Este 22 de noviembre se conmemoran 60 años del magnicidio más impactante en la historia norteamericana, cuando la ciudad de Dallas sirvió de escenario para el asesinato JFK y así acrecentar el fanatismo genocida y opulento de la gran industria bélica.
Sin dudas, la consulta en referéndums populares ha sido y sigue siendo la herramienta más civilizada e inteligente para resolver los conflictos. La guerra de Vietnam pudo detenerse muy tempranamente si se hubiera consultado a la población, aunque igualmente los radicales belicistas habrían atentado contra JFK. Los Malvinenses pudieron decidir también su soberanía y destino, con el mismo civismo que se han constituido Suiza, Suráfrica y la salida del Reino Unido de la UE. El mar para Bolivia, la Paz en Gaza y muchas polémicas geopolíticas deberían resolverse por Referéndums, siguiendo el ejemplo de Venezuela este 3 de diciembre al expresarse sobre su pleno derecho sobre el territorio Esequibo.
Joaquín Rondón – Profesor de la Unellez
